viernes, 1 de febrero de 2019

Las Aventuras de Stabri y Hermes. La Isla de Bali.

¡Hola amigos!
Ya saben que lo que más me gusta es viajar, que es mi pasión y que no puedo parar ni un minuto quieto en un sitio. No es que pensara que yo era el único en el mundo que fuera un trotamundos por esos mundos....pero encontré a mi alma gemela en esto de los viajes de manera casual hace ahora un año.
Hermes me conoció a través de internet, por donde navega como un capitán Ahab en busca de Moby Dick. Y curioseando entró en mi fabulosa página http://www.stabri.com/ y me pidió para que le acompañara a su siguiente viaje.
Y claro, yo no pude negarme a ir con él y sus amigos a un lugar tan lejano y exótico como Bali...¡Faltaría más!
Así que después de varios cambios de portador (que me encanta) llegué a Madrid antes que Hermes, que vive en mis preciosas Islas Canarias y le esperé en la recepción del hotel, escondido para darle una sorpresa.
Me encantó su cara de felicidad al verme, a pesar del cansancio que tenía por su vuelo y la hora de llegada. Ésta es nuestra primera foto juntos:


Yo también estaba un poco cansado después de rular por media España, así que nos fuimos a dormir pronto, ya que nos esperaban muchas horas de viaje.
Al día siguiente embarcamos temprano en un vuelo directísimo que nos llevó a Singapur y de allí a Bali, la Isla de los Dioses.
Recogimos las maletas, bueno, los chicos, porque yo nunca me separo de mi mochila, y nos fuimos al chalecito que habíamos alquilado en Seminyak, al sur de la isla.
Tan pronto llegué y por el calor que hacía me di un chapuzón en la preciosa piscina de mi mansión. Aquí a punto de tirarme de bomba...


El resto de ese día lo pasamos relajados y haciendo acopio de alimentos para la semanita que nos esperaba.. ¡Yupi!
Al día siguiente muy temprano nos fuimos de recorrido por la isla en un coche que alquilamos. La primera parada fue en un pueblecito cerca de la capital, para ver las danzas típicas, en este caso la de Barong y Rangda.
Al principio me dio miedito ver a esos monstruos bailando y saltando por el escenario, pero Hermes me dijo que eran actores disfrazados y que no debía temer nada.


Así que disfruté mucho de la historia que representaba la obra, que es la lucha del Bien contra el Mal y más de una vez quise saltar al escenario a ayudar a los buenos, ya saben que manejo bien mi espada de plástico. Los actores quedaron tan encantados que nos invitaron a visitarles tras las bambalinas... No digan que no da un poco de miedo esta máscara....


Nos despedimos del grupo de teatro y nos fuimos más lejos, al este de la isla. Miren que sitios tan bonitos visitamos.
Esto es Candidasa, un paraíso.


Estos amigos de Goa Lawah rezan a los dioses de Bali, pero creen que dentro de esta cueva vive una gigantesca serpiente que se alimenta de murciélagos. Me pasé toda la visita con mi escudo antiserpientes en la mano. Por si acaso.


Y seguimos. Esta vez la parada fue en un complejo de templos enorme y muy bonito, Pura Taman Ayun, en Mengwi.


Aquí estamos Hermes y yo. No paro quieto.


Para entrar a los templos me tenía que poner el sarong como se ve en esta foto ante la puerta principal o Kori Agung ( que bien hablo bahasa)


Pero quizá mi sitio favorito del día fue este. El lago Bratan y su templo, que parece que flota sobre las aguas.




Después fuimos a un lugar donde la gente va a bañarse en aguas sulfurosas, que es buena para los huesos. Yo como no tengo, ya que soy un trapito, pues me dediqué a sacar fotos, aunque me cogí una perreta porque había niños jugando en la pileta y no me dejaron meterme al agua porque estaba haciendo la digestión de un estupendo arroz envuelto en hoja de banano.


Miren que bonitos campos de arroz fotografié de camino a casa, antes de quedarme dormido en el coche.




Al llegar a casa se me ocurrió una gamberrada para asustar a mis amigos antes de ir a dormir. Así que me puse una mascara de Barong que había comprado ¡y les di un susto de mieedo!!!


Jijijijijij.


Habían sido muchas emociones y había que levantarse muy temprano, antes de que el calor fuera insoportable.
El siguiente día retomamos las visitas.
Esta vez tomamos caminos de costa. Yo siempre cámara en mano.


Haciendo amigos como siempre por cualquier lugar del mundo. Aquí unos ogoh-ogoh a los que les gusta bromear y asustar, como a mí.


Pero como pueden ver no asustan a nadie.


Miren que bonito este dragón. Me recordó mucho a las Serpes de mi tierra gallega, aunque aquí son buenos.


Pasamos por la capital de Bali, Denpasar y visitamos un mercado que olía de maravilla, lleno de especias y cosas raras.


Este pescado no es gallego...pero seguro que está muy bueno.


Como picaaaa




Sabían que el dios Visnu tiene cuatro caras? Lo llaman Katur Muka...


Miren, este templo es el más importante de la isla. Es enooooorme y tiene unas vistas espectaculares.


Está en las faldas de un volcán todavía activo. ¡Eso si da miedo!


Y seguimos con lugares extraordinarios. Aquí estoy a punto de entrar con mi sarong preceptivo en la gruta de Goa Gajah, la del Elefante. No tengan miedo, no me comió.


Me gusta ver como visten a sus dioses...


De camino al sur paramos hasta en un templo budista..Si es que no nos perdimos nada..


Ese día comimos en Ubud, en el Café Lotus. Miren que vista tan bonita.


¡Y acabamos el día en el extremo de la isla y del acantilado!


Me hice muy amigo de los monos sagrados del templo. Aquí mi amigo balinés con su madre..


Al día siguiente otra vez en pie muuuuy pronto, demasiado. Pero soy un gran viajero y no me quiero perder nada.
Estos amigos balineses se purifican y hacen ofrendas al mismo tiempo.


Uno de mis mejores amigos, el elefan Tito. Me caía muy bien, porque hablaba poco y escuchaba todas mis historias de viajes. Jijijiji.


Este sitio me gustó muchisimo y la gente nos recibió hasta en los momentos más íntimos con una sonrisa. ¿ Me habrán reconocido?






Por todas partes hay monumentos que honran a los héroes de la revolución contra los holandeses.


Hacía tanto calor que fuimos a darnos un baño a las cataratas de Gri Gri.


Paramos luego a tomar un refresco. Yo aproveché para hacer una gamberradita.


Miren, estas son mis amigas Jéssica y Nieves. Las chicas mas guapas del mundo mundial.




Los días iban pasando, y en nuestra memoria iban quedando lugares tan bonitos y curiosos como este


Vaya, llegó el día de volver a España y recuerdo que envié a todos mis seguidores esta postal virtual. ¿Se acuerdan?


A la vuelta estábamos muy tristes porque Bali se había hecho un huequito en nuestro corazón. Pero estábamos contentos porque las aventuras de Stabri y Hermes no habían hecho más que empezar.

Así que muy pronto volvimos a unirnos para viajar.....¡al Caribe!

1 comentario:

  1. Yo también he viajado bastante, desde luego no tanto como Roberto. Pero he de decir, que este reportaje, me ha trasladado al maravilloso Bali. Siempre he dicho que me gustaría volver,no sé cuando, lo que si se es que en el momento en que tenga morriña,volveré a leer éste maravilloso reportaje. Enhorabuena Roberto por éste trabajo.

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